domingo, 1 de septiembre de 2013

Esperándote llegar.

Cuántas veces me esperaste,
te esperé.
Cuántas veces más me encontrarás,
te encontraré.
No lo sé. Pero estoy aquí
donde no estás,
donde sé que no estarás.
Y sin embargo sigo...




12/08/2013 LUNES.
PTA. 1. AN. 58
HORA DE SALIDA:15:50

lunes, 15 de julio de 2013

Científicos descubren la conexidad entre el daltonismo, el pronóstico del tiempo y tú.


Si TÚ eres un color.


¿Qué color serás?


¿Color marrón.?





Probabilidad de precipitaciones: 70 %. En casa llueve.




Daltonismo: Defecto de la vista, que consiste en no percibir determinados colores o en confundir algunos de los que se perciben, en especial el rojo y el verde.



martes, 2 de julio de 2013

Imágenes oníricas.

Por ridículo que suene, en aquel sitio no podría existir el tiempo, pero ahí me encontraba: rodeado de cosas que no tenían sentido y respirando un aire que sabía a todas mis fobias. Ahora lo recuerdo mejor. Sí, me encontraba sentado en una silla, con una exageración de tallados en la madera, que le daban un aspecto lúgubre y a la vez celestial. Por eso lo deduzco, por eso y otras cosas más. 
  Miro por la ventana y vuelve a mí una imagen querida. Todos la miramos con respeto, pendientes de las historias y chistes que cuenta -la boca chiflando, las manos trabajando y el culo pedorriando.-, mientras desgranamos el maíz. El vestido que lleva debe ser azul, quizá con puntos blancos cósmicamente ordenados, que me despiertan un sentimiento inexorable al recordarlo. Sí, debe ser azul, y digo "debe", porque la memoria es un gran laberinto. El árbol ahí sigue, lo miro desde mi ventana; pero ella... ya no se encuentra bajo su sobra.
  Aún en los recuerdos de mi niñez existe el tiempo y mi abuela desgrana el maíz y todos la miramos con respeto. Pero en aquel sitio, lo repito, no podría existir el tiempo ni ninguna otra situación de las que te ayudan a definir dónde te encuentras. De pronto, pude ver a lo lejos una sobra amorfa, que poco a poco fue adquiriendo su verdadera identidad. Él se encontraba frente a mí, vestía una túnica a la usanza romana y cargaba con papeles ininteligibles color sepia. Por eso lo deduzco, por eso y otras cosas más. 
  Uno a uno fuimos pasando. Tocó mi turno. La enfermedad que la acosó durante los últimos años no había terminado con todo, sus ojos claros seguían transmitiendo tranquilidad y proyectando fuerza, y su rostro adquirió un semblante como el de una persona que ha obtenido todas las respuestas a sus dudas. Estamos todos reunidos en torno a su lecho, y rezamos con ella. Rezo por la que nos contaba cuentos. Rezo. Aquel día la muerte adquirió otro significado para mí, tal vez su único significado. Rezo. Y me hago imágenes de él.
  Como les digo, amigos, en ese lugar no podría existir el tiempo, porque él es el tiempo. Lo miro. Su rostro está hecho con trazos finos, es sublime, es catártico, es la reunión de todo lo que inspira paz, es la síntesis del amor... de la felicidad, es... Tiene pelo cano. Y aunque no habla conmigo, estoy seguro de que es él. ÉL.Por su rostro y otras cosas más es que lo deduzco. 

 Rezo. Y él no habla conmigo. 

Onírico: Perteneciente o relativo a los sueños.

martes, 3 de noviembre de 2009

Si buscabas el paraiso...





Qué lejos estoy del suelo donde he nacido, inmensa nostalgia invade mi pensamiento, al verme tan solo y triste cual hoja al viento, quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento...


El Día de Muertos

Es una celebración de origen prehispánico que venera a los difuntos los dias 1 y 2 de Noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.

Para los prehispánicos, la Muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, no había un cielo o un infierno, así que el destino de las almas era determinado por el tipo de muerte que sufrió la persona. Para los antiguos mexicanos, existían cuatro destinos: el Tlalocan, el Omeyocan, el Mictlán y el Chichihuacuauhco; cada uno bajo cargo de algún dios.

La persona finalmente muere cuando se olvidan de ella, y eso bien saben los habitantes de Santa Coapan, así que cada año se celebra “la Velada”. El 1 de Noviembre de cada año, las personas acuden al panteón para adornar con flores, ceras y veladoras los sepulcros de sus familiares, y permanecen toda la noche y madrugada, recordando a sus familiares en aquel sitio. Se hacen fogatas para apaciguar el frío y las conversaciones de la gente: dejan el sabor a tradición e identidad del mexicano.

El pueblo cobra un misticismo, una magia, un sabor incomparable que trae a la memoria nuestro pasado indígena. Los instrumentos musicales de barro, como ocarinas, flautas, timbales y sonajas en forma de calaveras; esculturas que representaban a los dioses mortuorios, cráneos de diversos materiales (piedra, jade, cristal), braseros, incensarios y urnas: fueron remplazados por el pan de muerto, los dulces y las frutas.

Es muy importante mantener vivas nuestras tradiciones, revivir las que se han olvidado y, quizá, adaptarlas a nuestro momento histórico sin que se pierda la esencia. Somos un país rico en tradiciones, algunas importadas que, desgraciadamente, son más celebradas que las nuestras. Se dice que una cultura desaparece cuando el ultimo habitante se olvida de ella, por esa razón necenecesitamos proteger nuestra identidad, no olvidarnos que somos descendencia indígenas y que, ante todo, somos hijos de esta hermosa tierra.

¡Qué el Día de Muertos, no se olvide!
Fuente: http://enaguadeculebras.blogspot.com/

miércoles, 28 de octubre de 2009

Y no se me ocurre nada...

Uno, dos, tres…
Las primeras veces son inolvidables, momentos que, para bien o mal, aparcan en tu memoria y que después se los lleva el viento o, mucho peor, el olvido. ¿Alguien ha olvidado cuando aprendió a pensar? ¿Te acuerdas de la primera vez que volaste sin usar medios humanos, peace, peace? ¿Recuerdas la primera vez que viste a los Powe Rangers con sus extraños pantaloncillos? ¿Y que hay de aquella chica que te revoloteaba el corazón con sus pechos infantiles? ¿Lo has olvidado? No.
El amor.
Los problemas amorosos son buenos para estos momentos, uno dice “la amo” o, en el triste de los casos, “me duele”, y así puede llenar todas las hojas y gastar toda la tinta hablando del amor o el desamor. Dichosos los poetas que están más cerca del amor, que no se pierden en trivialidades, que de una rosa hacen el verso más bonito, que hacen tomos y tomos con la esencia del amor y que no creen saber más de lo que saben. ¡Qué viva el amor!
La música.
Quisiera poderles hablar de la mejor música, de la mejor canción, de un buen vals o describirles la novena sinfonía de mi amigo Beethoven, pero no soy el indicado. Para mí, la música es un estado de ánimo, el reflejo de lo que somos: un toque de identidad. ¡Para quererte, Joaquincito, nos sobran los motivos! ¡Qué viva la música!
Un buen libro.
¿A quien no le conmovió un párrafo de Cien años de Soledad? ¿Te acuerdas cuando casi aflojas las lágrimas con Los Miserables? No es que muera de amor, muero de ti… ¡Dios te bendiga Sabines y a Dios! ¡Qué viva la literatura! ¡Qué viva dios! ¡Qué viva Juárez, y no Benito! ¡Qué viva hidalgo, el caballero de triste figura! ¡Qué viva mi apá y la chona!
…Cuatro, Cinco, Seis e infinito.

Termine esto y no encuentro qué escribir: amsorri dijera el gringo. Marisombra es gringa.
¡Arriba el pecado y abajo tú, puerca!

Buscaba una canción
Y me perdí
En un montón de palabras gastadas
No hago otra cosa que pensar en ti
Y no se me ocurre nada...